Hoy, 1 de diciembre, es el Día Mundial del SIDA. Establecido por primera vez en el año 1988, fue el primer día dedicado a la salud en todo el mundo; y este 2022 lleva por lema ¡IGUALDAD YA!, con lo que la ONU insta a trabajar en las acciones necesarias, para abordar las desigualdades que son un impedimento para lograr el fin del sida. El final del SIDA en todo el mundo es una de las grandes metas de la ONU, y por ello, 10 de los 17 ODS tienen una especial relevancia para el cumplimiento del objetivo 95-95-95 de la agenda de ONUSIDA para el año 2030, que consiste en que un 95% de las personas infectadas por VIH estén diagnosticadas, que un 95% de esas personas reciban tratamiento, y que un 95% de las personas que reciben tratamiento tengan carga viral indetectable. A estos objetivos, tenemos que sumar dos más: que el 95% de las personas que viven con VIH tengan una alta calidad de vida y que haya un 0% de estigma, porque no lograremos tener una generación libre de VIH, hasta que la generación anterior no se libere del estigma. Tenemos el privilegio y la responsabilidad de afrontar el gran reto de acabar con el VIH como problema de salud pública en el año 2030; por eso, la lucha contra el VIH se encuentra en un punto de inflexión histórico. Gracias a los avances sanitarios y los tratamientos antirretrovirales de última generación, las personas que conviven con la infección por VIH y se encuentran en tratamiento con una carga viral indetectable, tienen un estado de salud perfectamente normal y una esperanza de vida similar a la del resto de la población. Además, las personas con carga viral indetectable no pueden transmitir el virus, dado que indetectable significa intransmisible (I=I). En el ámbito internacional debemos resaltar la aportación de 130 millones de euros durante los próximos tres años al Fondo Mundial de lucha frente al VIH, la tuberculosis y la malaria, para reforzar los mecanismos globales frente a los principales retos para la salud pública global. Así mismo, hemos manifestado de forma reiterada que el gobierno asume el compromiso de situar a la lucha contra el estigma hacia las personas con VIH como una de las prioridades políticas que España impulsará durante su presidencia del Consejo de la Unión Europea, en segundo semestre de 2023. Estamos ante una de las pocas enfermedades infecciosas de la historia humana que mayor estigma ha acarreado. Por eso debemos acabar con esta situación, ha llegado el momento de romper la letra escarlata. Ha llegado el momento de pasar a la acción.

Por todo ello, el Gobierno de Pedro Sánchez se ha centrado especialmente en terminar con esa lacra social que supone el estigma, entre otras medidas, con la creación del Pacto Social por la No Discriminación y la Igualdad de Trato Asociada al VIH, impulsado por el Ministerio de Sanidad en el año 2018, con medidas como la prohibición de la exclusión de personas mayores que viven con VIH en las residencias públicas o privadas con plazas concertadas; la eliminación de los criterios excluyentes en el acceso a la función pública; o la definición del VIH como tema de colaboración estratégica con la OMS-Euro. Y también impulsamos el Plan de prevención y control de la infección por el VIH y las ITS 2021-2030, con los objetivos estratégicos como la promoción del diagnóstico, el acceso temprano al tratamiento y la atención a la cronicidad y la mejora de la calidad de vida de los pacientes. Por todo ello, hoy 1 de diciembre, Día Mundial del Sida, animamos a todas y todos nuestros simpatizantes, militantes y afiliados a sumarse a cuantos actos se celebren en el territorio para conmemorar los más de 40 años que llevamos luchando contra esta pandemia, a hacerse la prueba y a utilizar su voz para acabar con el estigma y con la discriminación que sufren las personas que conviven con el virus en nuestro país, porque indetectable significa intransmisible.